Tras un breve y sugestivo viaje por el sur de Lombardía, llegarás a la encantadora Mantua, una ciudad suspendida sobre tres lagos. En medio de la llanura padana se encuentra esta «ciudad del agua» con una atmósfera de cuento de hadas, especialmente en verano, cuando la superficie de los lagos se llena de miles de flores de loto.
Con tu coche puedes recorrer las antiguas murallas de Mantua, perfectamente conservadas. El casco antiguo es una auténtica joya: Piazza Sordello con el imponente Castello San Giorgio, Piazza delle Erbe, el majestuoso Palazzo Ducale, el refinado Palazzo Te.